En parte por su difusión mediática, el Citroën CX fue el primer modelo de la marca francesa que dejó huella en la memoria de los colombianos. Su originalidad y exclusividad conquistaron a un nicho muy cerrado de clientes.
Por Camilo Ernesto Hernández Rincón, especial para EL CARRO COLOMBIANO.
La originalidad característica de Citroën, tan insolente y curiosa, identificó al automóvil francés ante el mundo. Gusta o disgusta, sin término medio. El antecesor de nuestro protagonista de hoy, el DS/ID que se fabricó entre 1955 y 1975 -y que originó a la actual marca DS-, es la mejor demostración: uno de los grandes carros del siglo XX y además, según la crítica especializada, uno de los más hermosos.
Su inmediato sucesor fue el CX, en 1974. Heredó del DS la suspensión hidroneumática. De su exclusivo hermano SM la dirección «DIRAVI» con centrado automático, y del GS, los trazos de diseño planteados por Robert Opron, fallecido recientemente y además, padre de los Renault 9 y Fuego.
Ese diseño disruptivo, con geometrías muy definidas, a muchos recordaba una nave espacial. Su tablero tipo ‘croissant’ no tuvo relojes hasta 1985, sino ventanas con lentes que llevaban impresos los indicadores. Tuvo también una carrocería «Break» que la BBC utilizó como unidad móvil. Además, fue el primer automóvil diésel de la marca, y el más rápido del mundo con ese tipo de motor.
En tres ruedas
Cargado de lujo, diseño y tecnología, el Citroën CX llegó a Colombia con la breve apertura económica de 1979 y se vendió durante unos seis años más, junto al compacto GSA. Antes de este debut, la firma había venido al país al menos dos veces: en los años 1950 con el «Traction Avant» y en la década siguiente con su gama completa, a través del importador Adma Automotriz.
Por su parte, el CX se hizo notar con más difusión y éxito. Apareció entonces en comerciales de Cinzano y RTI Televisión, fue propiedad del expresidente Alfonso López Michelsen y conjuntamente, de Fernando González Pacheco y Carlos «el Gordo» Benjumea, como accionistas de la programadora de TV Coestrellas. Hasta como modelo a escala de Majorette tuvo notoriedad.
Esta vez con la representación de Autoequipos Internacional Ltda., y en simultánea por Gipar Internacional desde el mes de mayo, el lujoso auto francés debutó en el intermedio del Premio Marlboro realizado en el Autódromo Internacional de Bogotá «Ricardo Mejía», el 21 de octubre de 1979.
Tres ejemplares del Citroën CX Pallas 2400 rodaron por la pista sin una rueda trasera y a plena altura, demostrando así las bondades de la suspensión hidroneumática. La revista Auto y Pista lo registró así, junto a su respectiva publicidad, también divulgada en otras publicaciones exclusivas.
Por lógica, fue el producto estrella y solo le fastaba una buena fotografía, la descripción de sus cualidades y la invitación a una nueva categoría exclusiva, bajo el eslogan «Con lujo de detalles». Pero no solo se promovió en publicaciones de nicho. También se pautó en prensa y en la Revista Motor en 1982, cuando llegó al país el CX Athena como modelo de entrada a la gama.
De la publicidad europea se tomaban dos constantes visuales. El emblema eterno del «doble chevrón» y el marco de esquinas curvas y lados gruesos, con ‘pestaña’ inferior donde estaba la marca. Autoequipos usó uno de los dos ‘chevrones’ como logotipo, pero en 1980, la firma cambió a Citroautos Internacional Ltda., luego convertida en Parra Arango, distribuidor de la marca en el país hasta 2017.
Rescate para la historia
Pese a su idiosincrasia, o quizás por ello mismo, el Citroën CX no tuvo el mismo éxito de sus lujosos competidores alemanes y suecos. Muchas de las unidades que llegaron al país en ese periodo quedaron en manos de propietarios conocedores, que las están rescatando en el campo de la antigüedad.
Como colofón internacional, presentamos la atrevida publicidad para su versión Turbo con la actriz jamaiquina Grace Jones.
Esta pieza se produjo en 1985 y nunca se replicó en Colombia.
Galería Fotográfica
Citroën CX Publicidad en Colombia (10 imágenes)
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CRÉDITOS:
- Textos, investigación: Camilo Ernesto Hernández Rincón, historiador automotriz.
- Imágenes: Gonzalo Malagón Sánchez, Omar Johannes Pulido.
- Restauración de imagen, edición y Dirección General: Óscar Julián Restrepo Mantilla.
